Teólogos, filósofos, y artistas han dado su visión de una vida eterna por la que muchas personas han soportado pobreza, explotación y todo tipo de adversidades y por la que muchas también han hecho grandes donaciones con el fin de asegurarse la última recompensa celestial.Las descripciones de la vida eterna nos permiten penetrar en las dimensiones culturales de la época y reflejan los cambios de ideas sobre el amor, Dios y el progreso espiritual, es una proyección de las esperanzas humanas y del concepto individualista del hombre; y son tan variopintas, que con ello tenemos la prueba de su naturaleza caótica.La distinción entre creencias (propias de las clases altas) y las supersticiones (adjudicadas a las clases bajas), es muy delicada, y sería de esperar que el canon de los pensadores fuera el que dominase, pero sucede lo contrario, y encontramos fuera de los círculos especializados autores como Mectilde de Magdenburgo, E.Swedenborg, ó E. Stuard para recordarnos que las creencias y rituales determinados no predominan en ningún grupo. En nuestro país la idea del cielo Teocéntrico no fue eclipsado en ningún momento por la idea del antropocéntrico, a pesar de la influencia mozárabe en nuestra cultura, y las distinciones entre la Jana y la Nueva Jerusalén se remarcaban en la obra de Ramón Llull "Libre del gentil e dels tres sovis" donde se establecen diferencias entre las concepciones religiosas de las tres culturas predominantes en nuestro país.Mas tarde se planteo la visión unitiva con Dios, donde el reencuentro con las personas amadas no tiene mucha importancia, para concentrarse en una constante alabanza del Dios, como reflejaron las artes medievales en sus inmóviles cielos, para cambiar en el catolicismo barroco a aquellos que buscaban el movimiento y el frenético éxtasis con el fin de arrastrar al creyente al empeño por alcanzar la vida eterna a través de la participación en la iglesia.En el terreno de las creencias populares se observa una tendencia a mezclar lo natural con lo sobrenatural puesto que la preocupación más apremiante en esos momentos es la de la supervivencia, por eso, en el catolicismo Español tiene más relevancia las consecuencias que pudieran derivarse de apariciones, y su relación con los hombres, de forma que se entiende como una comunidad de carácter mixto (hierofanía).Históricamente se ha basado en la idea del purgatorio a los cuales se veían abocados para una expiación de las culpas, y cuya estancia se podría ver acortada por una adecuada financiación de indulgencias y la compra de misas.El sentimiento devocional ha sido otro factor como actitud para conectar al creyente con la pasión de cristo, y su resurrección y la vida eterna, en la que se supone que se alcanza por emulación.La influencia de la religión católica en el mundo nuevo resulta muy difícil de delimitar, puesto que los aborígenes tenían conceptos y mitos de la vida después de la muerte muy desarrollados, y cuya concepción es muy semejante a la judía, y se influyeron recíprocamente.
Por todo esto se nos reclama en nombre de las religiones la aceptación de unas normas de conducta subordinando el crecimiento natural del hombre por medio de un ejercicio de contención intelectual, la aceptación implícita de estructuras jerarquizadas que son del todo contrarias a la idea de hermandad e igualdad natural entre los hombres nos lleva a creer que el camino del virtuosismo se distingue por un altruismo mal entendido, en el que se distingue entre lo que se hace por uno mismo y por los demás, pero lo más preocupante de esto es la irracionalidad del fanatismo, que reduce el instinto de conservación a la nada, y se vincula históricamente a derramamientos de sangre en nombre de un concepto social y cultural como es el "paraíso".Cara está siendo la entrada.

Un cielo caní por Yolanda Fernández Sadornil se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-SinObraDerivada 3.0 Unported.
Por todo esto se nos reclama en nombre de las religiones la aceptación de unas normas de conducta subordinando el crecimiento natural del hombre por medio de un ejercicio de contención intelectual, la aceptación implícita de estructuras jerarquizadas que son del todo contrarias a la idea de hermandad e igualdad natural entre los hombres nos lleva a creer que el camino del virtuosismo se distingue por un altruismo mal entendido, en el que se distingue entre lo que se hace por uno mismo y por los demás, pero lo más preocupante de esto es la irracionalidad del fanatismo, que reduce el instinto de conservación a la nada, y se vincula históricamente a derramamientos de sangre en nombre de un concepto social y cultural como es el "paraíso".Cara está siendo la entrada.
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